Todos sabemos que cuando vivimos un estrés, el cuerpo después lo manifiesta en forma de síntomas.
Un ejemplo muy típico es que después de exámenes haya fiebre o una gripe. Este principio se puede aplicar a todas las enfermedades o afecciones. A través de diferentes técnicas se acompaña a la persona a liberar el estrés emocional que no se ha expresado y se ha manifestado en el cuerpo. Para ello se utiliza la bioneuroemoción, la programación neurolingüística, técnica de liberación emocional o EFT y terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). También se trabajan los patrones y creencias familiares inconscientes (incluso si son heredadas) que se manifiestan en forma de enfermedad o comportamiento.